Atención Damas y Caballeros
Desde el humor, deseo darle espacio a esta realidad para que se haga visible y se tome consciencia de esta situación.
Muchas mujeres siguen sufriendo en sus relaciones sexuales, el hecho de recibir caricias en sus partes intimas, como son los pezones y el clítoris, sin ser acariciados con suavidad, amor y ternura.
¡Sino todo lo contrario! Son acariciados como si fuese en botón de las antiguas radios, haciéndolos girar de un lado al otro, sin tacto alguno, como.. buscando la emisora adecuada… Much@s de ell@s con la fantasía de que les haga gozar… de inmediato, cuando en realidad a muchas mujeres nos gusta completamente lo opuesto, ya que son zonas «extremadamente sensibles» del nuestro cuerpo y es lo que se requiere para llegar a un estado optimo de excitación.
Ese acto indica una gran falta de presencia por la persona que ofrece esas caricias, es muy posible que su enfoque este dirigido (consciente o inconscientemente) hacia el propio placer, y no esté enfocado «en como lo está recibiendo» la mujer con quién se está compartiendo este espacio de intimidad.
Para crear un encuentro sexual complaciente y fluido para ambos es vital, generar la confianza necesaria para que exista entre los dos (o las personas que se compartan), una excelente comunicación para que cada uno pueda expresar sus necesidades y gustos. Esto nos hace sentir que somos vistos y reconocidos por el otro, siendo esto básico para poder vivir una relación íntima desde la naturalidad y libertad de ser cada uno quien es.
Hablando de la intensidad en el contacto, ahí mujeres e incluso hombres, que les gusta un poco más de intensidad en esas caricias, gracias a la comunicación, junto con las ganas de mostrarse y de entregarse a vivir desde la verdad interior, sin juicio, sabiendo que van a estar bien acompañad@s, desde una escucha activa, llena de atención, expresando así el amor por su amante, y no algo que sucede sin ser deseado, ni consensuado.
Llegó el momento de abrir la conciencia, a través del respeto y el amor profundo ante el cuerpo del ser, con quien comparte estos espacios de profunda y sagrada intimidad sexual.
Os deseo felices contactos.
Luz, amor y verdad en el camino de la vida.
Texto de Carmen Cost